jueves, 15 de noviembre de 2007

HISTORIA FINAL

SENTIDOS

Capitulo 1


“Parece que todo llegó a su fin. Mi sentido del olfato ya estaba acostumbrado al fuerte olor de las rosas frescas que alcancé a traer de Colombia. Mi piel estaba húmeda por el calor que hacían las velas que llegaban a su fin, mis oídos cansados de escuchar los mismos acordes agudos, los compases más largos y las notas quizá más dolorosas que he escuchado en toda mi vida; era la octava vez que los músicos tocaban el Ave María. Como si fuese costumbre, ya mi cuerpo no percibía nada. Me sentía sola, triste y confundida, preferí dejar las cosas así por ese momento y estar en paz con él, pues era la última vez que lo podía ver”. Así se hablaba Rocío en el funeral de su hijo Mario.

Rocío se encontraba hace cinco días en Nueva York. Tuvo que viajar por motivos de fuerza mayor, ya que su único hijo había muerto en las afueras del trabajo. “Al parecer fue un atraco a mano armada”, esto era lo que respondía Rocío cuando le preguntaban el por qué de la muerte de Mario Aldana.


Al otro día, Rocío entierra a su hijo.


Capitulo 2


Era una mañana bastante fría como es de costumbre en Nueva York, el cielo estaba nublado, los pájaros escondidos y las calles atestadas de gente que corrían de un lado al otro. Mario Cadena se encontraba en la sala de su casa tomándose un café y observando el tráfico que lo esperaba para salir rumbo al trabajo. Como de costumbre tomó su maleta, la gabardina y el reloj de mano que lo acompañaba a todos lados.

En el carro recibió un mensaje de voz:

- “Mario espero que se encuentre bien, lo llamo para informarle que hoy trabajaremos medio tiempo, por lo tanto tiene la mañana libre, pues hay un daño en las máquinas de la empresa y el técnico estará reparándolas de 8 a 2 de la tarde. Hablamos!”. Rodolfo.

- Mario: Malditasea!!! ¿y ahora para dónde cojo?... Al café de siempre será…

A eso de las doce del día, Mario ordenó un jugo y continuó leyendo un libro de poesía de Mario Benedetti. Una mujer de extraño rostro con gafas de sol pasó por su lado. El olor de esta mujer paralizó a Mario, su perfume lo devolvió a aquel pasado que él no quería recordar, pero era imposible, el perfume era dulce e intenso, Mario desesperadamente buscó a la mujer, buscaba su olor, buscaba a Rocío. Su excelente sentido del olfato lo guío hasta ella, pero los lentes oscuros no permitieron reconocerla del todo. Sin embargo él sabía muy bien que era ella.

Cuando Rocío ordenó se quitó las gafas y así Mario pudo comprobar que era ella. Él quiso acercarse, hablarle, besarla y decirle tantas cosas pero no pudo. La muerte de su hijo todavía era reciente y esto era un obstáculo para él. Tendría que esperar por lo menos tres meses o quizá un año para poder mirarla a los ojos y explicarle muchas cosas.

Pese a este encuentro repentino, Mario decidió almorzar en otro lugar, además su tiempo libre se agotaba y tenía que irse a su nuevo trabajo que quedaba un poco retirado del café.


Capitulo 3


Los gastos de la muerte del hijo de Rocío fueron muy costosos por lo que ella se vio obligada a buscar un empleo para recuperar el dinero y devolverse a Colombia (su país de origen). Una mañana se dedicó a buscar trabajo en los clasificados y al otro día la llamaron de un restaurante argentino:

-(Teléfono suena): ¿Hello?, ¿Alo?- Rocío

-¿Habla usted español?

-Sí, claro. ¿A quién necesita? – Rocío

-A Rocío

-Con ella

-Rocío espero que este bien, la estamos llamando del restaurante argentino ¿Se acuerda?

-¡¡¡Por supuesto!!! - Rocío

-Estamos necesitando una mesera y quisiéramos saber si usted está interesada en el puesto

-Claro – Rocío

-¿Usted habla inglés?

-Muy poco. La verdad es que llegué hace veinte días - Rocío

-¿Tiene la visa y los papeles legales?

-Sí, todo al día como debe ser – Rocío

-OK, lo del inglés se puede arreglar, ¿puede presentarse mañana a las ocho de la mañana?

-Ahí estaré. – Rocío

-Hasta luego.

Al otro día Rocío consiguió el empleo temporal en el restaurante argentino, esto fue un motivo para que se quedara en Nueva York.

Un mes después, el dueño del restaurante le propuso a Rocío quedarse como empleada fija y con un mejor sueldo, ella acepta y decide suspender sus planes de devolverse a Colombia.

La vida de Rocío había cambiado mucho, a pesar de que trabajaba diez horas al día, vivía bien y el sueldo le alcanzaba para poder alquilar un apartamento en el centro de Manhattan cerca al trabajo para poder irse a pie. Sus únicos amigos eran los del restaurante que la apoyaron muchísimo. El inglés lo entendía pero no podía hablarlo bien. La muerte de su hijo todavía no la superaba y su conciencia no la dejaba en paz todas las noches. Rocío supo que Mario vivió en Estados Unidos mucho tiempo, pero no sabía si todavía se encontraba acá y en qué ciudad.

De alguna forma esto también la detenía. A pesar de todo el tiempo que ha pasado sin saber de él, ella guardaba las esperanzas de poder volverlo a ver…

-“…Me gusta tanto este espacio, estas calles, este paisaje y nadie se imagina lo mucho que me gusta caminar sola por aquí, pensar en la vida, en todo lo que me ha pasado, observar a la gente, las palomas, los buses, escuchar los pitos desenfrenados de los carros, los aviones, saborear un dulce expreso, oler las flores y el humo del trafico… JA!, pero seamos sinceras, lo que más me gusta de este lugar es imaginarme que un día cualquiera pueda encontrarme con el hombre que más amo, chocarme con su hombro y mirarlo a los ojos, no me importa si no me determina, además, yo ya no soy la misma de hace veinte años; los años no pasan en vano!!, no puedo engañarme, mi rostro ya se está comenzando a arrugar, mi cabello está más largo que antes y estoy muy delgada, en fin. Lo único que no se arruga es el corazón…” Rocío.



Capitulo 4


Tres meses después, Mario buscó a Rocío. Esta vez quería saber dónde vivía y a que se estaba dedicando. Por esta razón volvió al café donde la vio por primera vez, pero esta vez no le fue muy bien, pues no la encontró.

Un sábado en la noche, Mario salió a tomarse unos tragos con su mejor amigo Miguel. Era un bar de música Jazz en el centro de la ciudad, cerca al restaurante donde trabajaba Rocío. A eso de las 10:00 pm el par de amigos se encontraron. Habían bebido bastante y Miguel se sintió mareado por lo que Mario tuvo que decirle que no más:

-Mario: Oiga hermano no más!

-Miguel: Me siento mal

-Mario: Párele a eso

-Miguel: Necesito comer algo

-Mario: Jumm, pues nos toca salir a buscar porque en este bar no venden comida

-Miguel: ¡Vámonos!

-Mario: Si, vamos

---Más adelante: ---

-Miguel: Comamos en el restaurante argentino

-Mario: Camine

Mario y Miguel comieron en el restaurante donde trabajaba Rocío pero ni él ni ella se vieron. Cuando ya se iban a ir, Mario fue a cancelar y en esas escuchó la voz de Rocío, volteó a mirar y era ella. Mario se quedó frío, paralizado, pero su amigo se le acercó y lo llamó. Mario pidió un taxi para Miguel y lo envió a su casa, pues esta vez no la iba a dejar ir, sin saber donde estaba viviendo.

Mario esperó a Rocío a fuera del restaurante y la siguió hasta su casa.

Al otro día fue lo mismo. Todos los días él iba y la esperaba y la seguía. Así transcurrieron tres semanas hasta que Mario no pudo más.


Capitulo 5


Esta vez Mario estaba decidido. No le importaba nada, sólo quería que ella lo viera y que pasara lo que tenía que pasar.

Mario le dejó una nota en la casa de Rocío. La nota decía:

Mario llegó a la cita, buscó a Rocío pero no la encontró por ningún lado. Miró su reloj y se sentó en una banca a esperarla.

“La ventaja mía es que yo ya la he visto, así que podré reconocerla y no me cogerá de sorpresa.” Mario

Pero esta vez fue todo lo contrario, ella ya sabía con quien se iba a ver. Mario no se percató de cambiar la letra y Rocío a penas leyó la nota reconoció la letra de él.

Los nervios invadieron a Rocío, pues ella había esperado mucho por este momento, cuando lo vio se detuvo y hasta pensó en devolverse a su casa y dejar las cosas así. Pero las preguntas y todo lo que sentía le ganaron…

Rocío sorprendió a Mario desde atrás con un saludo frío y dudoso:

-Rocío: ¿Hola?

-Mario: Rocío!!!, gracias por venir

-Rocío: No puedo demorarme, tengo que regresar al trabajo

-Mario: Si, yo sé,

-Rocío: ¿Por qué lo sabe?, ¿me ha estado siguiendo?

-Mario: Si, no

-Rocío: ¿Al fin qué?

-Mario: Si, hace un tiempo…

-Rocío: ¿Y por qué apenas ahora aparece?

-Mario: Es una historia muy larga, no te imaginas todo lo que me ha pasado, todo lo que te tengo que contar… pero estoy aquí también porque quiero saber cómo has estado todo este tiempo, que pasó contigo…

-Rocío: Ja!, yo sigo siendo la misma de siempre, nunca he cambiado. Pero yo no vine a contarle de mi vida. Vine a escucharlo a usted, porque me imagino que su vida si cambió y mucho…

-Mario: Si Rocío. Yo tuve que huir del país porque me involucré con gente muy peligrosa y mi vida corría peligro. Me propusieron más dinero y una vida nueva acá.

-Rocío: ¿Vida nueva?, ¿a qué le llama usted vida nueva?

-Mario: Al cochino dinero. Pero eso ya no importa. Y sí, como usted dice; mi vida cambió mucho. A pesar de que acá lo tengo casi todo yo no soy feliz como usted piensa. Los problemas me estaban volviendo loco, no podía salir y tomarme un trago tranquilo porque sentía que todo el mundo me miraba, que me perseguían… alcancé a recibir llamadas donde me amenazaban y tuve muchos problemas… por eso renuncié a ese empleo. Ahora trabajo decentemente y aunque no gano mucho vivo “tranquilo”. Y a pesar de todo eso… (Silencio)

-Rocío: ¿Qué?

-Mario: Recuerdo todo lo que dejé en Colombia

-Rocío: todo lo que conoció y lo que nunca conoció…

-Mario: ¿A qué se refiere?

-Rocío: A su hijo… Cuando usted se fue yo tenía un mes de embarazo, ¿no se acuerda?

-Mario: ¿Y dónde está?, ¿como esta?

-Rocío: No está…

-Mario: ¿Cómo así?

-Rocío: Sí, no está… Ya no está. También tengo una historia muy larga que contarle…

-Mario: Para eso estamos aquí, ¿no?

-Rocío: ¿Qué hora es?

-Mario: Cuatro y media

-Rocío: Se llamaba Mario igual a usted. Mario Aldana.

-Mario: ¿Se llamaba…?

-Rocío: Él vino a buscarlo acá, de hecho consiguió un empleo y estaba en la universidad. Siempre quiso saber quien eras

-Mario: ¿Y qué pasó?, ¿dónde está?, yo lo quiero conocer (tono entrecortado)

-Rocío: Lo mataron hace cinco meses, cerca a la estación de Penn Station, fue un atraco y él, seguro por no dejarse le dispararon…

-Mario: (Silencio)

-Rocío: ¿…No va a decir nada?

-Mario: No lo puedo creer…

-Rocío: Claro, para usted es fácil porque nunca lo conoció

Mario: Rocío, lo siento muchísimo, aunque no lo crea, a mí también me duele y no sabe cómo me gustaría devolver el tiempo. Permitir que todo esto sucediera…

-Rocío: Tengo que irme

-Mario: ok, pero… ¿puedo volver a verla?

Rocío: No sé… Las cosas han cambiado Mario, yo vine hasta aquí por que quería escucharlo y aclarar muchas dudas… creo que ya lo logré.

-Mario: Podemos se amigos, ¿no?

-Rocío: Es muy difícil eso, ¿no cree?

-Mario: ¿Por qué lo dice?, ¿acaso hay algo más para contar?

-Rocío: (Silencio)

-Mario: Creo que ese silencio dice mucho…

-Rocío: Los silencios no hablan y no sea sarcástico!!!

-Mario: En fin. ¿Puedo volver a verla?

-Rocío: Tal vez… igual, ya sabe dónde encontrarme

-Mario: Gracias por venir

-Rocío: Que esté bien.

-Mario: Chao y cuídese por favor.

-Rocío: Usted también.


Capitulo 6


Poco a poco Mario se fue ganando la amistad de Rocío, aunque para él fue difícil llegarle a ella. Todas las noches la recogía en el restaurante, hablaban mucho y salía de vez en cuando. De esta forma Rocío volvió a creer en él y a enamorarse más, pero esto Mario no lo sabía.

Un día Rocío fue a la casa de Mario, mientras él le servía un café ella miraba la colección de libros que tenía y entre esos encontró uno de Mario Benedetti, lo tomó prestado y le dijo a Mario que si podía llevárselo a su casa para leerlo.

Ese mismo día en la noche, Rocío empezó a leerse el libro pero cuando lo abrió se le cayeron unas fotos y un papel bastante arrugado. Las fotos eran de ella y el papel era un viejo poema que ella le escribió a Mario hace muchos años. Rocío no entendía porque él tenía sus fotos y la carta que ella nunca pudo darle.


Capitulo 7


Después de haber encontrado el viejo poema, Rocío empezó a sospechar de Mario, tanto así que no le contó lo del poema.

Las cosas habían cambiado, su confianza se había ido al piso, se sentía incomoda con su compañía, pues no paraba de pensar cómo llegó la carta a las manos de él.

-Mario: ¿Qué te pasa, estas muy callada, pensativa?

-Rocío: Nada…

-Mario: ¿Tienes algo que decirme, verdad?...

…Recuerda que no soy adivino

-Rocío: Me gustó mucho el libro… Me estaba acordando de las cartas que te hacía yo hace unos años

-Mario: Sí, los poemas, las tarjetas, todo…

-Rocío: ¿Tienes más libros de él?

-Mario: Tengo dos más, pero tengo que buscarlos. ¿Me esperas?

.Rocío: Si quieres te ayudo

Mario: Ok.

Mario y Rocío empezaron a buscar el libro y en esas ella encontró la billetera de su hijo. La tomó y la guardó en su bolso inmediatamente sin que él se diera cuenta. Su desesperación no le permitió seguir ahí, estaba muy triste, no podía hablar, lo único que quería hacer era salir corriendo de esa casa y llorar. El recuerdo de su hijo seguía ahí y no entendía por qué estaban estas cosas en la casa de Mario.

Rocío sacó todos los documentos de su hijo y empezó a sospechar de Mario, pues este le había mentido porque si había conocido a su hijo.

En los documentos de la billetera había un número telefónico, en el nombre decía: Armando Ulloa –Matón-, cosa que la asustó bastante pues la letra no era de su hijo sino de Mario.

Hay mismo llamó a ese número:

-¿Alo?

-Rocío: ¿Armando Ulloa?

-¿Perdón?

-Rocío: ¿Es usted Armando Ulloa?

-No, señora este número ya no es de él

-Rocío: ¿Sabe dónde puedo localizarlo?

-¿No me diga que usted es uno de esos tantos clientes que él tiene para los trabajitos?

-Rocío: ¿Trabajitos?

-Ahhh tranquila que yo sé de qué me está hablando… Los trabajitos para mandar a dormir a la gente..Usted sabe

-Rocío: ¿Cómo es su nombre?

-Lo único que le puedo decir es que Armando antes de irse me dio este celular, ahora yo no sé nada de él, así que no le puedo ayudar más. Que este bien.

-Rocío: Nooo, espere!, no me cuelgue. ¿Alo?, ¿Alo?, ¿Alo?.

Rocío tenía la sospecha de que su hijo no lo habían matado en un atraco. Las cosas habían sido diferentes y Mario estaba muy involucrado.



Capitulo 8


Días después Mario sorprende a Rocío con un ramo gigante de flores, era su cumpleaños.

-Mario: ¡Hola, Feliz Cumpleaños!

-Rocío: Gracias, muy bonitas las flores

-Mario: ¿Puedo seguir?

-Rocío: Si

-Mario: ¿Otra vez con problemas?

-Rocío: Si. ¿Por qué tenías en tu casa los documentos personales de mi hijo y un poema?

Mario comenzó a sudar frío, su boca temblaba, estaba muy nervioso.

-Mario: No entiendo…

-Rocío: Por favor sea sincero, no me mienta más!!!

-Mario: Rocío, hay algo más que no te he contado…

Hace muchos años, alguien entró a la empresa donde trabajaba, y me empezó a amenazar por teléfono, yo me desesperé porque no podía dejar el trabajo, hasta que me despidieron por culpa de esta persona, yo me llene de rabia, en esa época tenía muchos contactos y a uno de esos le pedí que por favor se deshiciera de esta persona. En cuestión de días, después de haber pagado una gran suma de dinero, mataron a esa persona…

-Rocío: ¿Por qué?.. ¿Sabías que era tu hijo?

-Mario: NO!, jamás, si lo hubiese sabido no lo hubiera hecho. En este caso me deje llevar. Cuando lo mataron me entregaron sus pertenencias y al verlas encontré tu poema y los datos de él, tu número telefónico y así comprobé que él era el hijo que tenía.

A mí también me ha dolido mucho, ¿usted que cree?, que por qué no lo conocí entonces… ¿ no siento nada… ?

En ese momento Rocío comenzó a llorar desesperadamente. A pesar de que lo amaba y quería saber la verdad, no podía creer lo que le decía Mario, ella hubiese querido retroceder el tiempo y no haber dejado que todas esas palabras salieran de la boca de él.

-Suena el teléfono-

-¿Habla Rocío?

-Rocío: Si, ¿puede venir ya a mi casa?, él está aquí…

-En diez minutos estamos ahí

La decisión que acababa de tomar Rocío cambiaría para siempre el destino de los dos. Al piso se había ido todo lo planeado, los recuerdos, la confianza construida, y el amor que siempre sintió por él también.


Capitulo 9


Mario terminó en una cárcel a las afueras de Nueva York. Los cargos fueron diez años por homicidio y siete más por haber trabajado en negocios ilícitos con fines terroristas. Él nunca hablo en contra y acepto todos los cargos…

En la cárcel nunca habló, no tenía amigos, siempre estuvo encerrado en la celda, los primeros meses no comía.

Rocío renunció al restaurante y se devolvió a Colombia. Comenzó desde cero, pues su casa la había vendido. Pero con el tiempo logró emplearse y pudo conseguir una pequeña casa en el sur de Cali, su ciudad natal. Siempre vivió sola, en su vida solo existieron dos hombres: su hijo y Mario.


Capitulo 10


Diez y seis años después Mario sale de prisión. Por buena conducta le redujeron la condena un año.

Por seguridad tuvo que devolverse a Colombia a comenzar una “nueva vida”. Con 60 años de edad era muy difícil que consiguiera trabajo.

Cuando Mario llegó a Colombia lo primero que hizo fue ir a buscar a Rocío. Él todavía tenía esperanzas. Todos esos años en prisión pensó en este momento y en poder pedirle perdón a Rocío y proponerle matrimonio. Mario lo que más quería era pasar el resto de lo que le quedaba de vida junto a la mujer que mas amaba.

Cuando Mario fue a buscar a Rocío no la encontró, pues ella meses antes se enfermó del corazón, según exámenes médicos tenía cáncer y este ya había hecho metástasis en su cuerpo, por lo tanto las posibilidades de salvarse eran muy pocas. Un año más tarde ella murió.

Mario estaba destrozado, su vida se había acabado, ni ella ni su hijo podían estar a su lado. Su vejez iba a ser un infierno y él con solo imaginársela se asustaba…

Sus nervios que lo caracterizaban desde que estaba adentro de su mamá lo invadieron. Él no tenía a donde ir. Durmió en las calles por mucho tiempo, pues la poca plata que alcanzó a traer de Nueva York le alcanzó para unos cuantos meses.

…Un año después, el ingeniero químico Mario Cadena fue encontrado muerto en un parque de la ciudad. Murió de pena moral.

martes, 30 de octubre de 2007

- EL DATO ESCONDIDO DE MARIO:

Días después de la muerte de su hijo, Mario en medio de su depresión y dolor, recuerda que en las pertenencias de Mario Aldana habían unas fotos de Rocío. Inmediatamente Mario corrió a buscar entre sus cosas las pocas que le quedaron de su hijo y en esas encontró la agenda donde había un pequeño papel bastante arrugado y manchado de café, como si hubiese sido recogido de la basura. En el había un poema de Mario Benedetti y un mensaje escrito por Rocío. Mario al verlo empezó a sudar frío, parecía mentira, estaba tan bloqueado que no sabía si leerlo o dejarlo ahí, su corazón latía más fuerte que nunca, era como si la tuviera ahí al lado suyo, pero no aguantó más y terminó leyendo el papel o la carta que con tanto cariño le hizo Rocío hace unos años.

La carta decía así:

Aunque no eran muy claras las letras por el papel tan viejo y manchado en algunas partes, el mensaje parecía claro para Mario, Rocío la mujer de su vida lo sigue amando, y quizá esperando…

Pero las sorpresas no terminan ahí, al respaldo de una de las fotos de Rocío, había un número telefónico colombiano. Mario no se quedó con la duda y marcó inmediatamente, pero no le contestaron tal vez por la hora, pues ya era media noche.
Al otro día, muy temprano, Mario volvió a insistir:

- Alo, Buenos Días
¿Alo?, ¿Alo?
- ¿Con quién hablo?, dice Mario
- Con Rocío, ¿a quién necesita?.
- Rocío???, dice Mario con asombro
- Si… Pero hable duro, no escucho bien…

Mario se quedó totalmente mudo en la línea un rato y Rocío colgó pues nadie le hablaba.

Tan sólo pudo decirle dos palabras a Rocío después de tanto tiempo. Mario tuvo que tragarse sus ganas de hablarle, de explicarle tantas cosas, de decirle que todavía la amaba, pues él no olvidaba la muerte de su hijo y tenía muy claro que si le hablaba, ella inmediatamente le iba a preguntar por él. Pero en el fondo sentía tranquilidad pues tenía su número y podía llamarla a cualquier hora para oír su bonita voz.

NOTA: El poema lo midifiqué, por la cuestión del genero.

viernes, 19 de octubre de 2007

Diálogo Ulloa y Cadena

Mario Cadena dice:
Armando Ulloa?
Mario Cadena dice:
¿Afín que?
Armando Ulloa dice:
¿Quien habla?
Mario Cadena dice:
Mario Cadena, ayer lo llamé para un trabajo
Armando Ulloa dice:
Ahhhhh de Manhattan
Mario Cadena dice:
Si
Armando Ulloa dice:
¿Puede pagar mi precio?
Mario Cadena dice:
Mmmmm, cuanto cuesta toda la vuelta??
Armando Ulloa dice:
Entre 10.000 a 15.000 dólares dependiendo de lo que se resista, pero por ese precio se lo garantizo y si le suma otros 2.000 para mañana el trabajo queda hecho
Mario Cadena dice:
Nooo, como así!!! Está muy caro!!
Mario Cadena dice:
Negociemos ese precio
Armando Ulloa dice:
Yo no rebajo si quiere en el muelle encuentra personas que le hacen la vuelta por 5.000 pero son demasiado inexpertos y lo más posible es que se vuelen con su dinero, pero si no esta de acuerdo no puedo hacer absolutamente nada
Mario Cadena dice:
OK, entonces déme una espera...Voy a tratar de conseguirme la plata... Mañana volvemos hablar
Armando Ulloa dice:
Si quiere el trabajo que sea rápido, porque tengo que solucionar algunos problemas, si se demora mucho tal ves no me encuentre y le toque con las personas que le dije, pero acuérdese que lo mas posible es que ellos no sean serios con su plata
Mario Cadena dice:
Hablamos mañana si n falta... sin embargo piense la oferta... 8.000 dólares por la vuelta completa
Armando Ulloa dice:
No bajo mi precio y no puede ser mañana, le doy 3 horas máximo, el tren me esta esperando y tengo todo comprado para las 7 de la noche, de lo contrario lo más posible es que no este, y el precio vuelvo y le digo no lo bajo.
Mario Cadena dice:
OK
Mario Cadena dice:
¿Qué hora es?
Armando Ulloa dice:
Las 4 y 2, ya le queda menos tiempo
Mario Cadena dice:
Por tercera vez piénselo!!, 9.000 dólares esta bien?
Armando Ulloa dice:
Ya le di la explicación, si no puede no me contrate y si no tiene plata para eso me hubiera ahorrado el conocerlo
Mario Cadena dice:
Cuadramos todo a las 4:40. Por favor sea puntual.
Armando Ulloa dice:
No se preocupe yo soy un profesional, vera que no esta perdiendo su plata.
Mario Cadena dice:
Eso espero, no!
Armando Ulloa dice:
a las 4:40 se conecta... adiós
Mario Cadena dice:
4:40: Listo, 10.000 dólares por la vuelta completa..
Mario Cadena dice:
...espero lo mejor de usted
Armando Ulloa dice:
Ya le dije entre 10.000 y 15.000 me paga 10.000 antes y el excedente después.
Armando Ulloa dice:
a las 4:40
Mario Cadena dice:
Ulloa, los 5.000 mañana..
Mario Cadena dice:
Como quiere los 10.000?
Armando Ulloa dice:
9.000 en billetes de 100 y 1.000 en billetes de 20
Armando Ulloa dice:
Ahora nos hablamos
Mario Cadena dice:
Listo
Mario Cadena dice:
Como cuadramos lo otro?
Armando Ulloa dice:
Yo le digo cuanto es el excedente. Apenas acabe lo llamo al celular.
Mario Cadena dice:
OK
Mario Cadena dice:
4:40: Ulloa?
Armando Ulloa dice:
¿Ya consiguió mi plata?
Mario Cadena dice:
si, la tengo toda en efectivo..Quedamos en 15.000
Mario Cadena dice:
así me gusta...puntual
Armando Ulloa dice:
O un poco menos, los 10.000 son mi pago y el resto es lo que me toque poner a mi por si se complica la cosa
Mario Cadena dice:
Me parece muy bien
Armando Ulloa dice:
Yo no estoy para halagos yo solo trabajo y se que lo hago bien
Armando Ulloa dice:
a que hora sale el sujeto del trabajo???
Mario Cadena dice:
Entre las 5:30 y 6:00 de la tarde salen de la empresa..
Armando Ulloa dice:
¿Me dijo que estaba ubicada en donde?
Mario Cadena dice:
Por la 42 con séptima, diagonal a la tienda de discos Virgin Records
Mario Cadena dice:
Imposible que se pierda así..
Mario Cadena dice:
Mario Cadena dice:
Por la 42 con séptima, diagonal a la tienda de discos Virgin Records
Mario Cadena dice:
Imposible que se pierda así..
Armando Ulloa dice:
Listo
Mario Cadena dice:
Me gustaría verle la cara al imbecil ese..Hay posibilidades?
Armando Ulloa dice:
listo a eso de las 6:30 lo estoy llamando mañana para cuadrar la hora del pago
Mario Cadena dice:
OK
Armando Ulloa dice:
Que quiere que le lleve como prueba, un anillo o una foto
Armando Ulloa dice:
o algo en especial
Mario Cadena dice:
La billetera.. y lo que tenga a la mano
Armando Ulloa dice:
Listo mañana hablamos por lo pronto ponga el dinero en un maletín negro, en la estación mas cercana a su casa diríjase al baño y yo estaré ahí con una gabardina negra
Mario Cadena dice:
En la estación del metro de Penn Station..Es cerca a la empresa...para que se familiarice..
Mario Cadena dice:
Y estoy cerca
Armando Ulloa dice:
Listo en 40 minutos nos vemos
Mario Cadena dice:
OK, Ahhhhh estoy de chaqueta blanca y mantengo con un reloj de bolsillo
Armando Ulloa dice:
Listo en 40 minutos
Mario Cadena dice:
Que este bien
Armando Ulloa dice:
Hasta luego.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Tiempos Narrativos

- Pasado:

Antes de irse, recogió sus cosas, ingresó a escondidas a los archivos dónde había información del personal y empezó a buscar uno por uno. Su tiempo no le alcanzó, así que tomó los que pudo y se los llevó a su casa.
Mario buscó en cada página del archivador, foto por foto y revisó todos los datos personales a ver si uno de esos coincidía con lo que él sabía. Al no encontrar nada, Mario decidió llamar al matón. Le dio la orden, pues la búsqueda había fracasado. “Quería verle la carota antes de morir. Pero ya qué…” Dijo Mario.

- Presente:

- Antes de irme, recojo mis cosas, ingreso a escondidas a los archivos dónde hay información del personal y empiezo a buscar uno por uno. El tiempo no me alcanza, así que tomo los que puedo y los llevo a mi casa.
Busco en cada página del archivador, foto por foto y comienzo a revisar los datos personales, a ver si uno de estos coincide con lo que sé. Al no encontrar nada, llamo al matón. Le doy la orden, pues esta búsqueda ha fracasado.

- Futuro:

Mario Cadena se convertirá en un Ingeniero Químico que por razones laborales se trasladará a Manhattan. Rocío será su única novia, quien no volverá a saber de él. Su hijo Mario no lo conocerá hasta que cumpla la mayoría de edad. A pesar de esto, crecerá con curiosidad de saber quien es Mario, su padre. Por estas razones emprenderá su búsqueda y viajará a E.U para conocerlo y así podría entender por qué huyo del país.Más a delante, su padre se enterará que el que mató era su hijo.

martes, 25 de septiembre de 2007


Sinopsis:
Mario Cadena es un Ingeniero Químico, que se fue a vivir a Manhattan desde hace veinte años. Por razones laborales tuvo que irse del país. Su única novia; Roció, no volvió a saber de él y su hijo Mario nunca lo conoció. A pesar de esto, creció con la curiosidad de saber quién fue realmente su padre, por esto lo buscó y viajó a E.U para conocerlo y así poder entender por qué tuvo que huir del país y abandonarlos. Sin embargo, su padre nunca supo que la persona que tanto lo buscaba era su hijo, hasta que lo mandó a matar.



Narradores:

Narrador Extradiegético: Antes de irse, al recoger sus cosas, ingresó a escondidas a los archivos dónde hay información del personal y empezó a buscar uno por uno, pero su tiempo no alcanzó pues la gente comenzaba a llegar, así que tomó los que pudo y se los llevó para su casa..

Narrador Intradiegético: Antes de irme, al recoger mis cosas, ingresé a escondidas a los archivos dónde hay información del personal y empecé a buscar uno por uno, pero el tiempo no me alcanzó pues la gente comenzó a llegar, así que tomé lo que pude y me lo llevé para mi casa.

Narrador Metadiegético: Antes de irse, al recoger sus cosas, ingresó a escondidas a los archivos dónde hay información del personal y empezó a buscar uno por uno, pero su tiempo no alcanzó pues la gente comenzaba a llegar, así que tomó los que pudo y se los llevó para su casa..La noche transcurrió así, buscando en cada página del archivador, foto por foto y mirando datos personales haber si uno de esos coincidía con lo que él sabía. Mario al no encontrar nada decide llamar al matón y dar la orden. En este momento no me importa nada, la búsqueda fracasó. “Quería verle la carota antes de morir..Pero ya que…” Dijo Mario.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Historia


Mario Aldana nunca conoció a su padre, pero a pesar de esto lo conoce más que nadie, sabe muy bien cuáles son sus debilidades, sus miedos y temores. Siempre ha estado al lado de su mamá, ha sido un hombre responsable en sus estudios (igual a su papá), cuando terminó el bachillerato, consiguió papeles para irse a Estados Unidos e ingresar a la universidad.

Su madre Rocío, una mujer soltera, honrada y trabajadora siempre le dio lo mejor a su hijo, desde muy joven trabajó para sacar adelante a Mario.

En su mente siempre estuvo el recuerdo oscuro de Mario, el padre de su hijo, y muchas preguntas que quizá algún día le hubiese gustado saber, tal vez por eso su hijo creció con resentimiento hacia él. Su corazón siempre estuvo marcado de buenos momentos que pasó junto a él y sobre todo el amor tan grande que siempre sintió; porque nunca ha dejado de amarlo.

Mario Aldana viajó a EE.UU en busca de su padre, y de tantas vueltas, de ciudad en ciudad y uno que otro contacto dio con su paradero. Empezó a llamarlo con una identidad falsa, acosándolo y obligándolo a renunciar a su empresa. Era evidente que su propio hijo lo quería hundir, dejándolo solo para que sintiera todo lo que él y Rocío sintieron durante veinte años. De esta forma Mario se pudo a cercar a su padre. Al poco tiempo consiguió un empleo en la misma empresa de su papá, lo que facilitó conocer personas importantes en la empresa para poder mover sus influencias y sacarlo de la empresa que le dio tanto dinero y que quizá fue la que cambió el destino de la familia que siempre quiso tener.

Mario no sabía lo que estaba haciendo, tampoco sabía las malas intenciones que tenía su papá pues este le estaba pagando a un “matón” para que diera con su paradero y poder acabar con el problema.

Así transcurrieron varias semanas hasta que Mario el padre, se cansó de esta situación, pues ya había recibido su carta de renuncia. Esta razón fue más que suficiente para que llamara al “matón” y le diera la orden..

Al otro día, buscando en los archivos del personal de la empresa en la que trabajó, encontró los datos del personaje que lo estaba acosando y se los llevó a su casa, pues él quería verle la cara y saber quién fue realmente la persona que tanto daño le hizo…

Después de la llamada que confirmó sus ordenes, Mario comparó los datos con unos que encontró en la agenda de aquel personaje, por sorpresa eran falsos, así que continuó buscando aceleradamente en la agenda encontrando un par de fotos de Rocío. Inmediatamente se despertaron muchos sentimientos. Su corazón se bloqueo por un momento y su mente era un caos. Totalmente asustado tomó de nuevo la billetera y sacó todos los documentos y encontró la cédula dónde estaba la foto y su verdadero nombre; Mario Aldana, su hijo.


jueves, 6 de septiembre de 2007

Historia

Desgracia

Después de tantas horas de trabajo, casi a las 10:00 de la mañana, Mario sale a tomarse un café. Leyendo el periódico recuerda aquella llamada extraña del sábado pasado, y su cabeza se empieza a llenar de curiosidades, preocupaciones y extrañezas, pues desde ese momento su puesto y su nombre están en peligro.

De vuelta al trabajo, la persona que está a cargo de él le dice que la jornada se extenderá por que hay reunión de última hora… en la reunión se tocaron temas comunes, se presentaron nuevos clientes y al final, ya cuando las personas se estaban yendo y Mario también, hablaron de un nuevo grupo de ingenieros químicos que van hacer parte del equipo de la empresa, entre ellos un tal Mario…

Ese mismo día Mario recibe una llamada:

Mario: Buenas Noches!!

Juan: ¿Qué tal?

Mario: Otra vez usted…

- Qué quiere ahora…¿Dinero?

- ¿Cuánto quiere?

Juan: (Risas) Tranquilo, yo no necesito de su cochino dinero..

- Lo llamo para decirle que si vivo en Nueva York, y que..

Mario: ¿Dígame de una vez por todas que quiere?

- ¿Cómo se llama usted?

Juan: ¿Me va dejar hablar?

Mario: (silencio)

Juan: Tiene una semana para renunciar al trabajo

Mario: ¿Por qué razón?

- ¿Qué es lo que pasa?

Juan: Hágame caso, o quiere salir por la puerta trasera de la empresa?

Mario: Usted no me puede pedir eso, yo no lo conozco a usted y además llevo mucho tiempo trabajando ahí, desde que vivía en Colombia.

Juan: Ahhhhhhh!!!!, trabajaba en lo mismo en Colombia…

- Mire, no me dé explicaciones, porque me lleno de más motivos. Haga caso y pórtese bien..

Mario: A mí no me amenace que usted no me conoce!!!

- Coma mierda más bien!

Juan: Cuidado con lo que dice!,

- yo lo sé todo sobre usted, he sido su vecino y usted ni cuenta se ha dado…

- Hablamos...

Después de la llamada su genio se descompuso. Pero algo si tenía claro Mario y era continuar con su trabajo.

Así transcurrió la semana; de amenaza en amenaza, después las cosas se fueron sobre pasando, Mario empezó a recibir mensajes de texto en su celular y correos electrónicos con mensajes. A partir de ahí, Mario comenzó a sospechar que este personaje estaba en su entorno, que su presencia estaba más cerca de lo que él creía y que podía ser su vecino, alguien del trabajo o tal vez un amigo.

Su tención aumentó, las horas de trabajo se le hacían eternas cada quince minutos miraba su reloj de bolsillo, no veía la hora de salir. En el fondo Mario tenía miedo a ser descubierto por la policía, pues su trabajo era algo ilegal y él no quería derrumbar todo lo que había conseguido en tantos años, por eso su resistencia a las ordenes de “Juan”.

Después de quince días, Mario decide ponerle fin a la situación. Aprovechando el entorno social en el que se envolvía en su trabajo, por medio de un amigo contrata a un matón profesional que se encarga de seguir las pistas de este personaje, ubicarlo y después de dar con su paradero; matarlo.

En una semana, con la ayuda del matón, se obtienen unas pistas del personaje como su contextura, físico y dirección de casa. Al comienzo la investigación parece lenta, pues Mario confía en el matón.

El lunes en la mañana Mario recibió una carta. Era la carta de despido. Las razones sobraron… El famoso personaje trabajaba en la misma empresa y tenía buenas relaciones con el “socio” mayor, pues de esta forma logró su despido.

Antes de irse, al recoger sus cosas, ingresó a escondidas a los archivos dónde hay información del personal y empezó a buscar uno por uno, pero su tiempo no alcanzó pues la gente comenzaba a llegar, así que tomó los que pudo y se los llevó para su casa..

La noche transcurrió así, buscando en cada página del archivador, foto por foto y mirando datos personales haber si uno de esos coincidía con lo que él sabía. Mario al no encontrar nada decide llamar al matón y darle la orden, en este momento ya no le importa nada. Su búsqueda fracasó. “Quería verle la carota antes de morir..Pero ya que…” Dijo Mario.

De muchas sorpresas fue su último día en la empresa…Cuando devolvió los papeles lo llamaron al celular:

Mario: ¿Aló?

Matón: Jefe, la vuelta está hecha

Mario: Muy bien, usted me quita un peso de encima.

Matón: Confirmado: El man si era de la empresa y estaba joven, no pasaba de los treinta

Mario: ¿Como así?, ¿le sacó la billetera?

Matón: Si, por ahí la tengo, y una agenda también

Mario: No lo vaya a botar!!!!!!!

Matón: Tranquilo!, yo se lo dejo en su apartamento…

Al entrar a la oficina de archivo se encuentra con otros documentos de algunas personas nuevas en la empresa y encuentra uno que coincidía con los datos que le habían dado. Decía que se llamaba Juan Torres y tenía 23 años. Mario toma las carpetas y se va.

En su casa encuentra la billetera y la agenda de Juan. Después abrió la billetera y encontró que los datos coincidían con el nombre pero eran falsos, la ciudadanía y el documento eran ilegales. Inmediatamente mira la agenda y encuentra teléfonos, direcciones y unas fotos.. Mario al ver que en la agenda no había nada más vuelve a buscar y revisa las fotos. Su cara se llena de asombro y su corazón se aceleró al ver que en una de ellas estaba Rocío Aldana; la mujer de su vida. Su mente se bloqueó por unos minutos. Mario desesperadamente saca todos los documentos de la billetera y encuentra la cédula de Juan, que no era Juan sino Mario Aldana, su hijo.